Las capas de gas y polvo son la pieza central de esta vista de los Pilares de la Creación tomada por el instrumento de infrarrojo medio de Webb. Existen miles de estrellas en esta región, a 6.500 años luz de la Tierra, pero no son visibles en la imagen ya que las estrellas normalmente no emiten mucha luz infrarroja media. Créditos: NASA, ESA, CSA, STScI; Joseph DePasquale (STScI), Alyssa Pagan (STScI)

El Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) del observatorio ofrece una vista diferente de los famosos pilares, revelando estrellas jóvenes que aún no se han despojado de sus “capas” polvorientas.

Este no es un paisaje etéreo de tumbas olvidadas en el tiempo. Estos dedos teñidos de hollín tampoco se extienden. Estos pilares, llenos de gas y polvo, envuelven estrellas que se están formando lentamente durante muchos milenios. El Telescopio Espacial James Webb de la NASA ha tomado esta vista espeluznante y extremadamente polvorienta de los Pilares de la Creación en luz infrarroja media, mostrándonos una nueva vista de un paisaje familiar.

¿Por qué la luz del infrarrojo medio crea un estado de ánimo tan sombrío y escalofriante en la imagen del instrumento de infrarrojo medio (MIRI) de Webb? El polvo interestelar cubre la escena. Y aunque la luz del infrarrojo medio se especializa en detallar dónde está el polvo, las estrellas no son lo suficientemente brillantes en estas longitudes de onda para aparecer. En cambio, estos imponentes pilares de gas y polvo de color plomizo brillan en sus bordes, insinuando la actividad interna.

Miles y miles de estrellas se han formado en esta región. Esto queda claro al examinar la imagen reciente de la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) de Webb. En opinión de MIRI, la mayoría de las estrellas parecen estar desaparecidas. ¿Por qué? Muchas estrellas recién formadas ya no están rodeadas de suficiente polvo para ser detectadas en la luz del infrarrojo medio. En cambio, MIRI observa estrellas jóvenes que aún no se han despojado de sus “capas” polvorientas. Estos son los orbes carmesí hacia los bordes de los pilares. Por el contrario, las estrellas azules que salpican la escena están envejeciendo, lo que significa que se han desprendido de la mayor parte de sus capas de gas y polvo.

La luz del infrarrojo medio sobresale en la observación de gas y polvo con extremo detalle. Esto también es inconfundible en todo el fondo. Las áreas más densas de polvo son los tonos más oscuros de gris. La región roja hacia la parte superior, que forma una extraña V, como un búho con las alas extendidas, es donde el polvo es difuso y más frío. Tenga en cuenta que no aparecen galaxias de fondo: el medio interestelar en la parte más densa del disco de la Vía Láctea está demasiado hinchado con gas y polvo para permitir que penetre su luz distante.

¿Qué tan vasto es este paisaje? Sigue el pilar superior, terminando en la estrella roja brillante que sobresale de su borde inferior como un palo de escoba. Esta estrella y su polvoriento velo son más grandes que el tamaño de todo nuestro sistema solar.

Esta escena fue capturada por primera vez por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA en 1995 y revisitada en 2014, pero muchos otros observatorios, como el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, también han contemplado profundamente los Pilares de la Creación. Con cada observación, los astrónomos obtienen nueva información y, a través de su investigación en curso, construyen una comprensión más profunda de esta región de formación estelar. Cada longitud de onda de luz e instrumento avanzado ofrece recuentos mucho más precisos del gas, el polvo y las estrellas, que informan los modelos de los investigadores sobre cómo se forman las estrellas. Como resultado de la nueva imagen MIRI, los astrónomos ahora tienen datos de mayor resolución en luz infrarroja media y analizarán sus mediciones de polvo mucho más precisas para crear un paisaje 3D más completo de esta región distante.

Los Pilares de la Creación se encuentran dentro de la vasta Nebulosa del Águila, que se encuentra a 6.500 años luz de distancia.

Más sobre la misión

El telescopio espacial James Webb es el principal observatorio de investigación espacial del mundo. Webb resolverá misterios en nuestro sistema solar, mirará más allá de mundos distantes alrededor de otras estrellas y explorará las misteriosas estructuras y orígenes de nuestro universo y nuestro lugar en él. Webb es un programa internacional liderado por la NASA con sus socios, ESA (Agencia Espacial Europea) y CSA (Agencia Espacial Canadiense).

MIRI se desarrolló a través de una asociación 50-50 entre la NASA y la ESA. El Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA lideró los esfuerzos de EE. UU. para MIRI, y un consorcio multinacional de institutos astronómicos europeos contribuyó para la ESA. George Rieke, de la Universidad de Arizona, es el líder del equipo científico de MIRI en EE. UU. Gillian Wright, del Centro de Tecnología de Astronomía del Reino Unido, es la investigadora principal europea de MIRI. Alistair Glasse, del ATC del Reino Unido, es el científico del instrumento MIRI, y Michael Ressler es el científico del proyecto estadounidense en el JPL. Laszlo Tamas con UK ATC gestiona el Consorcio Europeo. El desarrollo del enfriador criogénico MIRI fue dirigido y administrado por JPL, en colaboración con el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y Northrop Grumman en Redondo Beach, California. Caltech administra JPL para la NASA.

Para obtener más información en Inglés sobre la misión Webb, visite https://www.nasa.gov/webb

Traducción no oficial con fines divulgativos del artículo original en Inglés.
Créditos: NASA / JPL-Caltech

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