La nave espacial ha reanudado la recopilación de información sobre el espacio interestelar.
La nave espacial Voyager 1 de la NASA está realizando operaciones científicas normales por primera vez tras un problema técnico que surgió en noviembre de 2023.
El equipo resolvió parcialmente el problema en abril cuando solicitaron a la nave espacial que comenzara a devolver datos de ingeniería, que incluyen información sobre la salud y el estado de la nave espacial. El 19 de mayo, el equipo de la misión ejecutó el segundo paso de ese proceso de reparación y envió una orden a la nave espacial para comenzar a devolver datos científicos. Dos de los cuatro instrumentos científicos volvieron inmediatamente a sus modos de funcionamiento normales. Otros dos instrumentos requirieron trabajo adicional, pero ahora los cuatro están arrojando datos científicos utilizables.
Los cuatro instrumentos estudian ondas de plasma, campos magnéticos y partículas. La Voyager 1 y la Voyager 2 son las únicas naves espaciales que toman muestras directamente del espacio interestelar, que es la región fuera de la heliosfera, la burbuja protectora de campos magnéticos y viento solar creada por el Sol.
Si bien la Voyager 1 ha vuelto a realizar investigaciones científicas, se necesita un trabajo menor adicional para solucionar los efectos del problema. Entre otras tareas, los ingenieros resincronizarán el software de cronometraje en las tres computadoras a bordo de la nave espacial para que puedan ejecutar comandos en el momento adecuado. El equipo también realizará el mantenimiento de la grabadora digital, que registra algunos datos para el instrumento de ondas de plasma que se envía a la Tierra dos veces al año. (La mayoría de los datos científicos de las Voyager se envían directamente a la Tierra y no se registran).
La Voyager 1 está a más de 24 mil millones de kilómetros (15 mil millones de millas) de la Tierra, y la Voyager 2 está a más de 20 mil millones de kilómetros (12 mil millones de millas) del planeta. Las sondas marcarán 47 años de operaciones a finales de este año. Son las naves espaciales más distantes y de mayor duración de la NASA. Ambas naves espaciales sobrevolaron Júpiter y Saturno, mientras que la Voyager 2 también sobrevoló Urano y Neptuno.
Traducción no oficial con fines divulgativos del artículo original en Inglés.
Créditos: NASA / JPL–Caltech