Los ingenieros trabajan en la Voyager 2 de la NASA en el JPL en marzo de 1977, antes del lanzamiento de la nave espacial en agosto. La sonda lleva 10 instrumentos científicos, algunos de los cuales se han apagado a lo largo de los años para ahorrar energía. Créditos: NASA

La misión ha estado trabajando para posponer el apagado tanto como sea posible. Otros cuatro instrumentos a bordo de la nave espacial interestelar continúan operando.

Los ingenieros de la misión de la NASA han apagado el instrumento científico de plasma a bordo de la nave espacial Voyager 2 debido a que el suministro de energía eléctrica de la sonda se está reduciendo gradualmente.

Viajando a más de 12.800 millones de millas (20.500 millones de kilómetros) de la Tierra, la nave espacial continúa utilizando cuatro instrumentos científicos para estudiar la región fuera de nuestra heliosfera, la burbuja protectora de partículas y campos magnéticos creada por el Sol. La sonda tiene suficiente energía para continuar explorando esta región con al menos un instrumento científico operativo hasta la década de 2030.

Los ingenieros de la misión han tomado medidas para evitar apagar un instrumento científico durante el mayor tiempo posible porque los datos científicos recopilados por las sondas gemelas Voyager son únicos. Ninguna otra nave espacial hecha por el hombre ha operado en el espacio interestelar, la región fuera de la heliosfera.

El instrumento científico de plasma mide la cantidad de plasma (átomos cargados eléctricamente) y la dirección en la que fluye. En los últimos años, ha recopilado datos limitados debido a su orientación en relación con la dirección en la que fluye el plasma en el espacio interestelar.

Ambas naves espaciales funcionan con plutonio en descomposición y pierden unos 4 vatios de energía cada año. Después de que las dos Voyager completaron su exploración de los planetas gigantes en la década de 1980, el equipo de la misión apagó varios instrumentos científicos que no se utilizarían en el estudio del espacio interestelar. Eso proporcionó a la nave espacial mucha energía adicional hasta hace unos años. Desde entonces, el equipo ha apagado todos los sistemas de a bordo que no son esenciales para mantener el funcionamiento de las sondas, incluidos algunos calentadores. Para posponer la necesidad de apagar otro instrumento científico, también ajustaron la forma en que se monitorea el voltaje de la Voyager 2.

Resultados del monitoreo

El 26 de septiembre, los ingenieros dieron la orden de apagar el instrumento científico de plasma. Enviado por la Red de Espacio Profundo de la NASA, tardó 19 horas en llegar a la Voyager 2, y la señal de retorno tardó otras 19 horas en llegar a la Tierra.

Los ingenieros de la misión siempre monitorean cuidadosamente los cambios que se realizan en las operaciones de la nave espacial de 47 años para asegurarse de que no generen ningún efecto secundario no deseado. El equipo ha confirmado que la orden de apagado se ejecutó sin incidentes y que la sonda está operando normalmente.

En 2018, el instrumento científico de plasma resultó fundamental para determinar que la Voyager 2 abandonó la heliosfera. El límite entre la heliosfera y el espacio interestelar está demarcado por cambios en los átomos, partículas y campos magnéticos que los instrumentos de las Voyager pueden detectar. Dentro de la heliosfera, las partículas del Sol fluyen hacia afuera, alejándose de nuestra estrella más cercana. La heliosfera se mueve a través del espacio interestelar, por lo que en la posición de la Voyager 2 cerca del frente de la burbuja solar, el plasma fluye casi en la dirección opuesta de las partículas solares.

El instrumento científico de plasma consta de cuatro “copas”. Tres de las copas apuntan en la dirección del Sol y observaron el viento solar mientras estaban dentro de la heliosfera. Una cuarta apunta en ángulo recto con la dirección de las otras tres y ha observado el plasma en las magnetosferas planetarias, la heliosfera y, ahora, el espacio interestelar.

Cuando la Voyager 2 salió de la heliosfera, el flujo de plasma hacia las tres copas que miran hacia el Sol disminuyó drásticamente. Los datos más útiles de la cuarta copa llegan solo una vez cada tres meses, cuando la nave espacial hace un giro de 360 ​​grados sobre el eje que apunta hacia el Sol. Esto influyó en la decisión de la misión de apagar este instrumento antes que los demás.

El instrumento científico de plasma de la Voyager 1 dejó de funcionar en 1980 y se apagó en 2007 para ahorrar energía. Otro instrumento a bordo de la Voyager 2, llamado subsistema de ondas de plasma, puede estimar la densidad del plasma cuando las erupciones del Sol impulsan choques a través del medio interestelar, produciendo ondas de plasma.

El equipo de la Voyager continúa monitoreando el estado de la nave espacial y sus recursos disponibles para tomar decisiones de ingeniería que maximicen la producción científica de la misión.

Para obtener más información en Inglés sobre las misiones Voyager de la NASA, visite https://science.nasa.gov/mission/voyager

Traducción no oficial con fines divulgativos del artículo original en Inglés.
Créditos: NASA / JPL-Caltech

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